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El estado de la salud mental en Argentina: Reflexiones tras la trágica muerte de Liam Payne en Buenos Aires

Actualizado: 20 dic 2024

La trágica muerte de Liam Payne en Buenos Aires, ha puesto en el centro del debate una realidad alarmante: el estado de la salud mental en Argentina. Este caso resalta la urgencia de abordar un tema que afecta a miles de personas en el país y que, según expertos, sigue estando desatendido en términos de políticas públicas, infraestructura y acceso a servicios de calidad.

 

La situación actual de la salud mental en Argentina

 

En Argentina, se estima que entre el 10% y el 15% de la población sufre algún trastorno mental, lo que se traduce en alrededor de 4.5 a 6.8 millones de personas afectadas. Entre los problemas más comunes se encuentran la depresión, los trastornos de ansiedad, el estrés postraumático y las adicciones. Según datos del Ministerio de Salud, la depresión es la principal causa de discapacidad en el país, con una prevalencia del 4.5% de la población. Estos datos son alarmantes cuando se comparan con la cobertura que el sistema de salud ofrece, que resulta insuficiente para abordar la magnitud del problema.

 

El Plan Nacional de Salud Mental 2015-2020 fue un intento de avanzar en la protección de los derechos de las personas con trastornos mentales. Sin embargo, la implementación de dicho plan ha sido insuficiente. Aunque existen marcos legales sólidos como la Ley Nacional de Salud Mental (Ley 26.657) aprobada en 2010, que estableció un enfoque comunitario y preventivo, la falta de infraestructura y recursos adecuados ha impedido su completa ejecución. La ley se propone la desinstitucionalización y el tratamiento en ambientes más inclusivos, pero la realidad está muy alejada de este ideal.

 

Los números detrás de la crisis de salud mental

 

A nivel global, se ha estimado que las personas que padecen trastornos mentales graves viven entre 10 y 20 años menos que el promedio de la población general, debido a enfermedades físicas no tratadas adecuadamente. En Argentina, el impacto de los trastornos mentales y del consumo problemático de sustancias representa el 13.3% de la carga de enfermedades, un porcentaje que supera a la de enfermedades cardiovasculares y cáncer en términos de pérdida de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD).

 

Un estudio de la Encuesta Nacional de Salud Mental 2017 reveló que:

 

 • El 32% de los adultos mayores de 18 años ha tenido síntomas compatibles con algún trastorno de salud mental a lo largo de su vida.

 • El 19% reportó haber experimentado algún episodio depresivo mayor.

 • El suicidio, relacionado con trastornos mentales, ha aumentado considerablemente en la última década. La tasa de suicidios es de 7.6 por cada 100,000 habitantes, con picos alarmantes en provincias como Jujuy y Tierra del Fuego.

 

En cuanto a los adolescentes, un grupo particularmente vulnerable, el 22% de los jóvenes entre 12 y 17 años informó haber tenido pensamientos suicidas en algún momento de su vida, mientras que el 15% ha intentado suicidarse al menos una vez.

 

Aspectos legislativos y estructurales

 

La Ley Nacional de Salud Mental 26.657 es, en su esencia, un marco progresista y de avanzada. Entre sus puntos más destacados se encuentran:

 

 • La prohibición de la creación de nuevos manicomios y la gradual desaparición de los existentes.

 • El tratamiento de las personas con problemas de salud mental en el marco de sus derechos humanos, promoviendo la rehabilitación en la comunidad y no en instituciones cerradas.

 • La integración de la atención en salud mental en el sistema general de salud, con el fin de reducir la estigmatización.

 

Sin embargo, uno de los principales obstáculos ha sido la escasez de recursos para la implementación completa de esta ley. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha señalado que solo el 2.5% del presupuesto nacional de salud está destinado a salud mental, una cifra muy por debajo del 5% recomendado por la OMS. Además, el 80% de los recursos de salud mental se concentran en hospitales psiquiátricos y no en servicios comunitarios.

 

Desafíos en la implementación

 

Uno de los grandes problemas es la falta de personal especializado. En Argentina, existen solo alrededor de 16 psiquiatras por cada 100,000 habitantes, y una distribución geográfica desigual, donde las grandes ciudades, especialmente Buenos Aires, concentran la mayor parte de los profesionales, mientras que en el interior del país hay una escasez considerable.

 

Otro desafío es la falta de camas en hospitales generales para la atención de casos agudos de salud mental. Aunque la ley promueve la atención en centros generales, un estudio del Observatorio de Salud Mental de la Universidad Nacional de Lanús reveló que solo el 10% de los hospitales generales cuenta con camas para pacientes con problemas mentales.

 

Impacto del COVID-19 en la salud mental

 

La pandemia del COVID-19 agravó aún más la situación de la salud mental en Argentina. Según datos del Observatorio de Psicología Social Aplicada de la UBA, en 2020 el 60% de la población reportó haber experimentado síntomas de ansiedad y un 50% mencionó sentir depresión, un incremento significativo con respecto a años anteriores. La incertidumbre económica, el aislamiento social prolongado y el aumento del desempleo fueron factores que intensificaron los trastornos mentales en el país.

 

Conclusión: ¿Qué se necesita para mejorar?

 

La muerte de Liam Payne nos recuerda la importancia de contar con un sistema de salud mental sólido y accesible. Si bien Argentina cuenta con una legislación avanzada, el desafío radica en su implementación efectiva. Es necesario un aumento sustancial del presupuesto dedicado a salud mental, mayor capacitación para el personal de salud y, sobre todo, una inversión en servicios comunitarios que permita una atención más humana y cercana.

 

El sistema de salud mental argentino debe superar las barreras estructurales, geográficas y económicas que impiden a millones de personas recibir la atención adecuada. Solo con un enfoque integral, que incluya prevención, intervención temprana y rehabilitación comunitaria, será posible enfrentar esta crisis de salud pública que afecta a miles de argentinos, muchos de los cuales, como Liam Payne, sufren las consecuencias más graves de una enfermedad que, con los recursos adecuados, podría haberse evitado.

 
 
 

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